martes, 30 de septiembre de 2014

El mano a mano.


El mano a mano o uno contra uno, es la jugada en la que más claro es el duelo entre el atacante y el portero, con permiso del penalty. Siempre ha habido la sensación de que de esa jugada sale un gol pero, casi seguro, ese resultado de antaño se ha revertido y cada vez los arquero salen más vistoriosos, en gran medida por las técnicas exportadas por los arqueros sudamericanos en general y argentino en particular.

El jugador se queda sólo con el obstáculo del guardameta para la consecución del gol, en carrera desde 25 metros, en un rebote de una jugada desafortunada de la defensa, tras un eslalón de regates, ante el pase maestro de un compañero que lo deja sólo... hay muchas situaciones de mano a mano. Cuando se daba, la grada se ponía en pie si era su jugador el que se disponía a rematar o temblaba si era al contrario, se suponía que el gol estaba asegurado.
Antes, los porteros europeos se limitaban a esperar en esta jugada como en cualquier disparo a puerta lo que le dejaba pocas opciones al ser fáciles de driblar o de ser fusilado con un tiro cercano ante el que no tenía reacción. Había algunos que gracias a aguantar de pie y unos reflejos portentosos eran "grandes" en esta faceta del juego, Paco Buyo, Abel Resino... pocos. 

En la década de los 90 empezamos a ver muchos partidos de la liga argentina y fuimos viendo a un portero llamado Navarro Montoya, un extravagante personaje que brillaba bajo los palos y que en los uno contra uno era diferente a todo lo visto antes. Iba a por el delantero, aguantaba lo máximo de pie o rodillas consiguiendo achicarle todos los espacios lo que lo obligaba a disparar a su cuerpo. Como el ha dicho "un delantero cuanto más cerca está del arquero, más lejos está del gol".


Navarro Montoya.

Con el tiempo se pudo comprobar que era la continuación de Hugo Gatti, más exagerado este, que teniendo un desempeño muy parecido se basaba más en la lectura de la jugada desde más allá del área, la anticipación y la famosa "la de Dios", suerte en la que "el loco" se plantaba de rodillas ante el delantero con los brazos en cruz ocupando todo su espacio visual.


Hugo Gatti.
               
Tras el salto de estás técnicas a Europa ya podemos ver a muchísimos cancerberos destacar en estas jugadas y muchos ir mejorando a lo largo de su carrera. Es más, ya no hay una tipología física para ser mejor, cualquier portero  puede ser un as del mano a mano, lo que ha hecho que haya diferentes maneras de afrontarlo.


Ubaldo Fillol.
                                               
En su época los dos estilos contrapuestos del arquero argentino, Gatti y Fillol, coincidían en ser maestros en el uno contra uno, "el loco" como ya lo he explicado anteriormente, y Fillol realizando un un achique progresivo según iba acercándose el delantero, acomodando el cuerpo a la postura más adecuada para tapar la portería y aguantando sin lanzarse al suelo lo que le daba la posibilidad también de cortar el regate, parecido a lo que nos mostró Roberto Bonano en su paso por el Barça y Alavés, entre otros clubs. Quizás este estilo sea con el más me he sentido identificado.


Roberto Bonano.
         
El Mono Burgos era también anticipación y una capacidad para esperar de pie como pocos. 
Más recientes está Diego Alves que es todo intuición y lectura de lo que va ha hacer el atacante junto con una gran velocidad de reacción. También los hay muy altos que son buenos, aunque nos parezca que es más difícil mover 2 metros de cuerpo en esta jugada, Courtois sale hacia el el balón con rapidez y haciéndose grande abriendo brazos y piernas imposiblilitando el gol.
Iker Casillas tiene una manera que es el acertar, como sea, achicando, intuyendo, aguantando, lo que lo hace de los mejores. Inolvidable la jugada con Robben que nos dio medial final del Mundial de Sudáfrica.


Iker Casillas.
                                              
 Hay otro que me ha ido sorprendiendo por su progresión a lo largo de los años, Victor Valdés que en sus primero años era precipitado y eso le llevaba a cometer imprecisas salidas, con los años se ha convertido en inexpugnable cuando el contrario se planta delante de él. Aguanta, achica parándose a una distancia de la portería en la que simplemente con su colocación salva la jugada.
Todo esto ha sido una evolución del portero haciéndolo más efectivo y complicado se superar en la que ha tenido que ver, el tener acceso a ver otros estilos y al trabajo de los entrenadores de porteros.
Ahora cuando un jugador se marcha solo para marca sabemos que ya no lo está porque el portero está sobradamente preparado para abortar la jugada de gol y cada vez es más difícil marcar.






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